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Memoriasencadenadas

17 de noviembre de 2007

Noviembre

NOVIEMBRE


I. Amor Venenoso

Dulce elixir de placer, fugaz cáliz de felicidad, eterna causa de dolor.

Puedo sentir cómo mis memorias lentamente se escapan, todos recordarán lo mucho que nos quisimos…

Todo va a un mismo destino…


Te he encontrado al fin, por favor no te vallas. Quédate conmigo por favor, te he extrañado mucho.

Te doy enteramente mi vida… o lo que de ésta quede…


Juro que daría lo que fuera porque una vez más estuvieras aquí a mi lado y sonrieras pensando que eso jamás acabaría. Yo nunca quise que esto terminara así.


“¡Una estrella fugaz! Cierra los ojos y pide un deseo” luego cerraste tus ojos y te besé. Las estrellas bañaron de esperanza nuestro glorioso cielo y fue en ese entonces cuando lo llegue a saber. “Te amo”


No quería volver a tener la fría sensación de soledad. No quería… volver… a la basura que mi pasado era. No quiero nada que no seas tú.


“Está lloviendo… Ven… Vamos a tomar… Una ducha de sueños olvidados” Después tomaste mi mano y sin haber pagado un sólo centavo de la cuenta de ese café, escapamos juntos con la lluvia como cómplice y la luna como fiel testigo.


Día a día memorias construidas con infinita felicidad… Hace ya tanto tiempo… Y aún recuerdo lo placentero que era el besarte sin razón y luego reír mirando tus ilusionados, dulces y bellos ojos azules, tan líquidos y profundos… Acariciarte… Amarte…


“Hasta que la muerte nos separe” dice la gente en el lecho nupcial. Pero la muerte es algo tosco que no puede romper, ni podrá jamás, los lazos verdaderos de amor… El amor, al igual que el alma, está destinado a viajar más allá de la muerte…


II. 17

Una vez más aquí estoy… Pero ésta vez es una ocasión especial: Éste es el día del primer aniversario del más horrendo y terrible día que ha sucedido en la inocente vida de éste noble escritor. Noviembre 17 de 2006 fue un día memorable, una pesadilla en vida. Un día que ahora me llena de nostalgia y también de lágrimas.


En ese lluvioso y ajetreado día me revelé contra los Hijos de la Redención, recuperé mi perdida alma y maté accidentalmente a uno de mis mejores amigos. Pero ese día no fue cruento por eso, sino porque es el día en el que Marisa murió. El día en el que no fui lo suficientemente fuerte para salvarla. El día en que mi inteligencia, aun afectada por los símbolos de la oscuridad la dejó morir en mis brazos. El día en el que al buscar ayuda para evitar que murieras, tropecé y caímos. Tú inerte y yo con una costilla rota por el accidentado camino que me llevo a verte morir.

El día de unión intermundial. Ese fatídico viernes que jamás olvidaré.


III. Remembranzas

Aún recuerdo con inmensa claridad el sentimiento que me produjo el no saber absolutamente nada y ser obligado a creer cada palabra que se me decía.

Ese excitante tiempo en el que todos querían ayudarme a aprenderlo todo y yo sólo quería saber lo más posible.

Ese tiempo de nulas preocupaciones y abundantes diversiones.

Ese mágico día en que por vez primera, te vi… A ti, mi amor eterno. Con inefables sentimientos admiré tu belleza interior y tus profundísimos ojos azules con los que me robaste el aliento… Y por poco, la vida…

También recuerdo ese sobrenatural encuentro lejano donde nuestras osadas almas se atrevieron a conocerse. Y mientras nuestros inútiles cuerpos yacían en camas alejadas al borde de la muerte, nuestras esencias luchaban por reconocer aquello que, con fuego, en nuestros corazones se había grabado.


Recuerdo aun con emoción, la primera vez que un beso te robé… en una cueva, rodeados de asesinos y con escasa munición… Nos devolvió la fe en nosotros y nos obligó a salir y enfrentar el miedo… El miedo de las batallas y el miedo de nuestro amor.


En mi corazón, sigo y seguiré teniendo la cicatriz de lo cercano que estuvo el veneno de la bala que en mi cuerpo entró y no se porqué no me mató. Sin pensarlo dos veces, di mi vida por ti… y creo que sólo por eso no la perdí… Esa bala tan llena de odio dirigida hacia ti, se detuvo con mi carne y mi sangre carmesí.

Ese hecho, sin duda, marcó la intensa fuerza con que mi amor ardía…


Recuerdo también esa vez saliendo del bar, después de haber peleado. Oí una discusión y vislumbré cómo esos salvajes trataban de, en ti, hallar placer… Esa noche pusieron la primera bala en ti y la segunda en mí. Juntos pasamos noches y días en el filo de la vida.

No me iba a dejar morir tan fácil, porque si ella vivía, yo debía vivir para evitar que cosas justo como esa volvieran a suceder. Y dar la vida… Cuantas veces fuera necesario.


IV. Ruptura

Me hundo y quiero escapar. Quiero olvidar el sufrimiento y el dolor, pero si eso implica olvidarte a ti, prefiero morir lentamente y sufriendo.


Muy dentro de mi memoria y de mi corazón, siento y recuerdo la promesa que hicimos al saber que cabía la posibilidad de que nos separásemos, dos días después de lo cual, ella había desaparecido.


“Pase lo que pase, prometo que día a día pensaré en ti y trataré con todo mi corazón de sentir tu amor y enviarte el mío” “Lo prometo” Y luego sellamos ese pacto indestructible con sólo un beso…


Después de que desapareciste, pensé erróneamente, que tú no lo harías y durante un tiempo dudé de ti y de tu amor. Me sentía solo y en lo único que podía pensar era en ti… Siempre. En cada nube veía tu rostro; en cada persona, tu figura; en cada espejo, tu reflejo; en cada voz, tus palabras.

Más tarde, vino a la puerta una extraña noche. Comenzó a llover, y pensando en ti, salí a mojarme recordando lo mucho que te gustaba la lluvia. Mi esencia, limpia de sufrimiento en esos momentos, sufrió un giro del destino en el que una fuerza suprema produjo que las nubes se separaran y dejaran a la vista las mismísimas estrellas con las que habíamos jugado una noche en la colina del árbol Sunater. Una lágrima resbaló por mi mejilla y supe entonces que estabas transmitiéndome tu amor… y que yo, ciego y triste, había roto mi promesa. Cerré los ojos sonriendo y llorando, y recreé la imagen en mi mente, y con todas las fuerzas que mi alma permitió, traté de transmitirte mi amor hacia ti. Al instante sentí un alivio enorme y una respuesta positiva, estaba seguro de que habíamos establecido algún tipo de contacto… Recordé inmediatamente tus ojos…

Después de esa noche, a diario repetí lo hecho allí, y sabía que tú también lo hacías, mas no sabía si estabas bien o dónde estabas…

Luego de un tiempo, recibí un mail de Marisa y emocionado se lo mostré a un compinche de gran apreciación mía. Al ver la gran incredulidad mostrada por ese amigo volví a dudar, pero no de tu amor, sino de tu salud y de la de nuestro regalo de los cielos…


V. Interdicción

Y recuerdo, aún con infinita amargura, ese momento en el que el inerme doctor se acercó; justo después de que los halos se borraran por completo del cielo, y, lentamente, se atrevió a pronunciar las palabras que recorrieron mi piel dándome un escalofrío y que llegaron a mi corazón sólo para despedazarlo en pequeños trocitos sangrantes.

“No pudimos salvarla”

Casi le asesino cuando esas tres palabras, con frialdad enorme, escupió. Recuerdo luego haber corrido en medio de la tormentosa noche para poder gritar y llorar sin que nadie me viera. Las gotas golpeaban con fuerza esa noche, látigos de desesperación por lo que había perdido. Busque inútilmente al árbol Sunater para ayudarme a seguir, pero sin palabras lo encontré. Él también lloraba.

Estaba asustado, fuera de mí mismo, exacerbadamente triste. Quería morir, quería matar, quería hacer lo que fuera necesario para darte vida otra vez; quería estar contigo siempre y no soltar jamás tu mano, ver tus ojos y besarte; mojarme en la lluvia contigo; ver todas y cada una de las lluvias de estrellas que existieran en el planeta; quería acudir a toda boda de amigos o conocidos y, a escondidas, abrir los regalos y meter pequeñas notas en ellos; quería… quería tantas cosas contigo… quería tanto tiempo juntos… quería que nuestra hija… nuestro bebé creciera y pudiéramos educarla juntos y llevarla a la escuela, verla crecer, enseñarla a hablar, a comer, poder contarle historias y amarla a ella y a ti juntas conmigo por siempre…


Sentía, realmente, que mi vida había ya acabado en ese día. Pero no fue así. Para mi infortunio, me vi obligado a vivir los siguientes días hasta la fecha, con llanto en cada instante, en cada palabra y pensamiento, en cada sabor, en cada imagen, en cada sentimiento, en cada olor, en cada sonido. Las noches, enteras sin dormir, las pasaba recordando lo que juntos vivimos, lo que juntos pasamos, lo que juntos hicimos, hablando conmigo mismo, encerrándome en mí mismo, en mi mente y en mi tristeza sin poder salir…

Y debo admitir que, sí, también en muchas noches lloré porque no estabas conmigo…


VI. Confesión Tardía

P:

Y todo eso que sabes

Y que sé que no me dirás

Estoy acostumbrado a ello

¿Pasará y lo sabré de todas formas verdad?

V:

Uno nunca sabe

Hahaha

Quién sabe

Talvez hoy vea a Natasha

P:

¿Dónde?

V:

Parada en el suelo

O tal vez en una silla

No lo sé

Quiero dejar de olvidar si lo que veo en Shaula es real

¿Tú no sabes si es real?

¿Si cuando ella dice "Oye pablo" y tu dices "¿Qué?" y ella responde "Lo amo"... es eso real? ¿A quién se refiere?

¿Debería intentar pensar menos y vivir más?

No tengo tantos problemas

Es noviembre, estoy seguro

Me acosa

Me come

Ah

¡Brocas!

Talvez

Es

El miedo otra vez

El miedo de perder lo que sé que puedo perder por mi propia cuenta

Pero no estoy nervioso

O, al menos eso pienso

Y sólo pienso

Pero no hago nada

No puedo actuar.

Cuantas sonrisas

Sonrisas

Sonrisas

Y mentiras

Quizá ya pueda salir sin preocuparme por mi vida

¿Y la de los demás?

¿Debo dejar de preocuparme también?

¿Acaso estoy hablando mucho?

¡Ah, el teléfono!

Eso me da más tiempo para escribir

Letras, letras, letras

A veces el jamón engorda más que el queso

Y ya no puedo saborear la sal de mis lágrimas

Quizá sepan igual que un moco

Quizá no

Quizá estoy muy decepcionado para querer decir lo que pienso

O quizá estoy emocionado

Quizá Natasha esté en México

Quizá no tenga un sólo sueño en mi vida

Quizá no tengo esperanza

Quizá me esté desangrando por un desesperado suicidio y por eso escriba tanto y tan rápido

Al momento

Nada sé

Nada puedo pensar

Es... tan

Amarillo

Marisa

Extraño

Sus ojos

Azules

Cuando me hablaba

Y eran sus sinceros ojos

Profundos

Y me perdía

Es noviembre

Estoy seguro de ello

¿Que día la olvidaré?

¿La olvidaré?

No quiero olvidarla

Quiero amarla por siempre

Ojala pudiera ella decir lo mismo

Ojala pudiera ella hablar

Pero los muertos no hablan

¿O si lo hacen?

Talvez

P:

Lo hacen

V:

Le preguntaré a algún pájaro

Talvez haya ya hablado con ella

Y me haya dicho la verdad

Pero ya lo he olvidado

Quizá tengo miedo

Quizá no quiero olvidar

Quizá

Quizá he amado en verdad y no quiero olvidarlo

Quizá ya no puedo sentir algo por alguien que no es ella

Quizá no quiero herir a nadie

Quizá el silencio tenga las respuestas

Pero el silencio no habla

Sólo escucha

No quiero vivir así

No quiero soñar que ella está aquí

No quiero tener ese miedo

No quiero tener que saber la verdad

No quiero que sea noviembre

Noviembre

Funesto mes de fríos y malos enamoramientos

Rígidos recuerdos

Antífonas de llanto

Motores de inútiles carencias

¿Quién perdió más?

¿Más que la gota que ya cayó?

Ablución en lágrimas purificará el alma

¿Miedo?

Perdí mi oportunidad de estar con ella

En 10 años quizá la aproveche

¿O la habré olvidado ya?

Quiero saber qué me detuvo

Qué me impidió sangrar

Qué me hace hablar

P:

Destino

V:

El camino está nubloso

No quiero ser el mismo

Pero el tiempo sigue

El tiempo pasará

Noviembre pasará

Y

Seré esa concha vacía

Ese Vacha que todos conocen

El asqueroso sentimiento de felicidad

Quiero que dure más

Que dure una eternidad

O que jamás suceda

Pero

Es noviembre

Noviembre

P:

No puedo responder a los ecos de la muerte me temo...

Así que interpreta mi silencio como un "te entiendo"

Aunque no sé si sea verdad

V:

Noviembre

P:

30 días de diferencia

Que creo que entiendo lo que significan

Pero no serás excluido

V:

Es el destino... es mi destino...

Saber tiene un precio

Y ojala no fuera yo el deudor

P:

Cualquier precio se paga por completo en su momento

V:

No hay nada que borrar...

Todo es real

Todo

Son semillas

Semillas de fe

Fe destructora

No hay más virtud que la vida

No hay más sabor que el dolor

¿Y si es todo un sueño?

Sólo muriendo se podría saber

Esto era parte

Y lo necesitaba para ese día tenerlo listo

Para éste día tenerlo ya

Y ahora lo tengo

Y he logrado mi fin

Pero un alma que ha logrado su objetivo

¿No esta destinada a la sola muerte?

¿Porque entonces las nubes brillan?

¿Porque mi voz es tenue?

¿Porque no hay más viento?

No olvidaré

Jamás olvidaré

Mas quiero

Quiero borrar las huellas

Quiero no olvidar

Quiero perdonar

Perdonarme

Por lo que hice y lo que no hice

Mas...

Esa huella

Será la más difícil de borrar

Ya no es sólo una huella

Y no es una cicatriz

Es una herida

Sangrando

Pero ya no sé si es sangre

O agua...

O tinta al final...

Tinta será

Impregnada en esas paginas

Pero quién podrá sentir el olor

¿Quién sabrá lo mucho que me gustaba olfatear su cuerpo mientras dormía?

¿Quién conocerá el sabor de sus besos?

¿Quién conocerá el color de sus ojos?

¿Quién sabrá lo mucho que dolía el saber que lo único que queda son los recuerdos?

Almacenados por montones en un pedacito de metal dorado

El pedacito envenenado que su muerte aceleró

Y la hizo más y más dolorosa

Quién sabrá entonces lo que es hablar

Escribir

Recordar

Y pensar siquiera en eso

Todo para tratar de salvar un poco a éste frío mundo

¿Quién sabrá que cada palabra es verdad?

¿Quién sabrá que la historia no empezó donde todos pensarán que empezó?

¿Quién entenderá el porqué de su gusto por los chicles de fresa?

¿Quién podrá decirme el porqué de mis lágrimas?

¿Quién podrá decirme cuándo dejara de doler?

¿Quién?

Quién podrá saber... el dolor que tendré…

Cada noviembre

Es noviembre

Estoy seguro

Creo... que más que una simple historia

Un simple libro

Es más una descripción

Una infinita sátira

Y una prevención

Páginas dedicadas al dolor

Y quizá al amor

Ese que cuando real se presenta... el destino se encarga de asesinarlo

Lentamente

Y si los amantes se niegan a abandonarlo

El destino lo acaba

Lo destroza

Lo desmiembra

Mas

Si éste es real

Durará aunque muerto esté

Aunque el frío queme toda fe, y esperanza

Aunque la mente se torne distante

Aunque se enloquezca

No re rompe tan fácilmente, el amor, si es real

Y en ese trayecto

Lento

Llevará de la mano

Siempre consigo al hostigante y cruento dolor

Que traerá

Día a día

Los recuerdos

Las palabras

Las visiones

Los sentimientos

Y... si por maldición eres enemigo arraigado del destino

Talvez éste te haga enfermar

Sea que no puedas sentir

Sea de infinita soledad

Sea del saber y no poder cambiar lo que ha venido

Y si en tu eterno castigo

Osas creer que puedes vivir así

El destino te odiará

Y te hará sangrar de nuevo

Trayéndote desgracias

Trayéndote verdades

Trayéndote fechas

Es noviembre

Estoy seguro

Es

Ese fantasmagórico numero

Que no olvidaré jamás

Es esa última imagen que te queda de alguien que significó todo

Es esa imposibilidad de ser quien eres

Es ese... tener que ayudar a todos y actuar al personaje secundario

A la conciencia de todos

Al más cuerdo

Siendo en verdad el que está lentamente siendo roído por incesantes quemaduras de ácidos sentimientos

Oír y habar sólo mentiras

Decir

“Yo también te quiero”

¡Sabiendo que no sientes nada!

El ser obligado a oír

“Te amo”

Sin poder decir sinceramente lo mismo

El saber que nada acabará bien si en ello estoy...

Eso es noviembre

El decir

De una manera

Graciosa

Y pegajosa

A todo el que se pueda

Que no crean en la vida

Que algún día se decepcionarán

El decirle a todo extraño que no puede librarse del dolor

El querer evitar el sufrimiento de los demás

El tratar de advertir sobre el peligro que corren

El... saber... sólo pudiendo decir algo tan tonto como "mientes"

Pero ¿quién podría encontrar la verdad tras ese velo de sentimientos?

¿Quién podría interpretar a una persona que actúa a antojo y habla sin significar?

¿Quién podría entender que cada letra de estas páginas no es una historia... es una vida?

Son un pasado, un presente y un futuro

Debo suponer que esperé demasiado de la humanidad

Debo suponer que por eso busque a las personas que podían estar más cercanas a aquellos simbolismos

A aquellas mentiras

A aquel sufrimiento

Y que pudiera ser que ellos también hubieran creado parecidos simbolismos

Pero lo descubierto no es grato

Casi toda persona se considera más importante que los demás

Por vago que sea el sentimiento

¡Es repugnante!

No poder encontrar un sólo espíritu pasivo que sepa verdades tan pequeñas como el propio saber

Es

Doloroso... que después de año y 4 meses de haber luchado arduamente por tratar de hacer que mi personaje expresase algo incomprensible al menos

Nadie lo haya notado

Nadie haya notado la mentira

Y cupiera la posibilidad de que ni fuera el actor que me pienso…

Si no fuese ese actor... ¿por qué cunado escondo algo... en realidad nadie lo nota?

¿Por qué cuando río y digo "En serio no tengo nada" la gente lo cree?

¿Por qué entonces cuando digo en mi verdadera voz "no confíen en mí" "yo no soy quien parezco ser" "aléjense de mí, es por su propio bien", la gente ignora eso y lo olvida como parte del día a día?

Quien ha tratado conmigo ha muerto

No por voluntad mía ni suya

Es sólo el destino

Quizá sea que rindo mucha importancia a la verdad

Y sea por eso que miento tanto

Pero eso no justifica el porqué de la ausencia de alguien cuya mente llegue mas allá del... "Esta loco" diciéndolo en términos normales

Nada me ha delatado aún

Ni las propias verdades

Ni al misma inquietud

Ni las más verdaderas lágrimas que he tratado de esconder me han delatado

Todo mi yo puede ser tan falso

Como estas mismas palabras, si soy tan falso como presumo

Lo que jamás podría

Ser falso

Es ella

Es

Noviembre

Estoy seguro

¿Sigues tan seguro de que no te diré todo lo que sé?


VII. Imborrable Huella

Allí parados, todos vistiendo de negro, recordando todas tus virtudes... Viéndote alejarte de nosotros mientras rogamos a nuestro Dios que te acepte en su infinito reino de misericordia... Aún no puedo encerrar toda esta tristeza y frustración en mi corazón... Y hasta la fecha no he podido...


Todo era bello, cometí un error y lo pagué como pude, todo se había solucionado, a pesar de los cambios que habías tenido, no parecía que nada fuera a pasar. Era fácil de entender tu frustración y confusión si se conocía tu situación, pero para muchos la situación es inexistente, incomprensible. Para mi fue “la peor experiencia de mi vida”.


Yo tenía confianza en que todo saldría bien, en que todo ya se había solucionado, estábamos en nuestro mejor momento, y no sólo nosotros, todos lo estaban. Nunca pensé que ese pequeño error marcaría el fin de tu vida... Y de la mía por consiguiente.


Sentía algo diferente en ti, pero me cegué, quise pensar que no era nada y desde el momento en que asumí que pasaría... Yo... Yo mismo acabé con tu existencia...
Fue tan fácil llegar y buscarte con esa expresión de despreocupación... Lo único que encontré es que ya no estabas allí, estabas en peligro, mas yo subestimé todo a nuestro alrededor...


Tu voz me indicó que algo no andaba bien y quise acudir tan pronto como podía... Pero tardé mucho por querer no tardar... Otro error que me costó mi vida entera... Una falta de fuerza me hizo decaer un poco y no pude despertar de ese oscuro abismo de inconsciencia... Mas aún no era tarde, aún podía salvarte, podía sentirlo.


Corrí lo más rápido que pude y te encontré entre víctimas de tu poder, pero llegué algo tarde... Ya estabas a merced del enemigo que nunca se mostró... El único enemigo que fue también nuestro amigo... La única persona que supo como matarnos desde el interior... A todos...


Su fuerza, increíble; su dominio, absoluto; su sabiduría, ilimitada; su poder, infinito... Ese era nuestro enemigo... un enemigo imposible de vencer... Un mortal inmortalizado... Una causa de muerte y un veneno mortal...


¡Aún allí había esperanzas!, podía salvarte y podías salvarme, juntos podíamos sobrevivir... Pero un último error me costó lo más valioso de mi vida... No me conocía al cien por ciento... Y a pesar de que había dado, ya antes, la vida por ti, esta situación era confusa y desconocida para mí... Una traición tan fuerte y tan cercana...


Y por el estúpido error de librarme para atacar, perdí tu vida, tu amor, tu alma... Todo tu ser... Caí y corrí. Supliqué. Recé. Grité... Todo fue inútil, tú morías en mis brazos y yo tan impotente y estúpido ¡Sabía que todo era mi culpa!... "Mi vida es enteramente tuya" dijiste... Perdóname, no pude con una moneda de tanto valor...


Tu sangre derramada estaba llena de tristeza, de calor, de decepción... ¿Cómo pude ser tan obcecado como para no ver lo que nos deparaba el destino? Los galenos continuaron tratando de darme esperanzas... Falsas todas, pues yo sabía perfectamente que tu vida acabó en el momento en que te dejé morir...


Sé que mis lágrimas no son suficientes para reparar el daño, sé que la venganza no te traerá de vuelta, sé que mi vida y mi sufrimiento no bastan para pedirte perdón por lo que hice... Pero daría todo, ¡TODO! en mi vida e incluso mi vida misma, para tener una segunda oportunidad, para tener la oportunidad de salvarte, de saber que tú vivirás aunque yo muera...


Esperé durante horas viendo la lluvia caer fuera de la ventana de la sala de espera... Y todo lo que los médicos pudieron hacer fue extraerte la bala, mas tú ya estabas muerta... No podía dejar de sentir que tu sangre seguía en mis manos y que no podía limpiarla, sabía que no había nada, que tal vez era un sentimiento inmenso de culpabilidad... Pero yo sentía la sangre...


Ahora estoy aquí presenciando ésta... ésta piedra... Tu nombre sagrado está escrito en ella y un breve epitafio debajo de éste. "La viva que murió. Viva por siempre en nuestros corazones" ¡Estoy arrodillado con los ojos llenos de lágrimas y la espina de la tristeza desgarrando lentamente mi corazón!... Te extraño más que a nada en este mundo...


Jamás me perdonaré el haberte dejado ir, el haber sido yo quien te dejo morir. Nunca podré limpiar mi conciencia... Y a pesar de que escribo esta historia para borrar esas marcas... esas huellas... Sé que ésta es probablemente la única huella que no he podido borrar y que no podré borrar jamás...

VIII. Memorias Agridulces

Desearía poder regresar, volver el viento frío de soledad, y tenerte otra vez entre mis brazos, y olvidar esa sufriente realidad, esa ácida gota de aceite para soñar que atormenta mis noches. Quisiera poder borrar esa huella que, marcada con sentimientos, en mi sangre está. Ese fuego de amor que antes representaba la vida y hoy sólo representa sangrientas memorias y negros remordimientos.

Te amé tanto que las marcas no se han ido… No quiero olvidarte, pero no quiero recordarte de esa dolorosa forma que me convierte en ese espíritu inmerso en sentimientos, esa alma ahogándose en tristeza, ésta, mi agria esencia, enterrada en dolor.

En un segundo me gustaste, en unas horas te conocí, en unos días me enamoré, talvez tardé unos meses o un año para amarte. Pero sin duda no necesito una vida, ni dos, ni la eternidad para olvidarte, pues yo no puedo olvidarte, ni en vida ni en cualquier otro estado…

Negra arena, rojos cielos, apagados ojos, concentradas lágrimas, desesperados pensamientos, bella eterna sangre, imborrables memorias, inolvidables soñadas escenas, teñidas expresiones vacías.

No quiero morir.

No quiero que mueras.

No quiero olvidarte.

No quiero dejar de amarte.

No quiero volver a ese lugar.

No quiero aceptar que has muerto.

No quiero tener más este dolor.

No quiero dejar tu muerte sin ser vengada.

Una promesa más: Siempre te amaré, jamás te olvidaré.

Lágrimas azules.

V. Reinicio

Tan cansado ya de hablar, palabras de locura. Puedo oír tu respiración, en mi nuca, tus caricias y tus besos.

Cada noche voy a ese fúnebre bosque de ilusiones perdidas, donde los árboles, mentiras relatan y los cielos acaramelados cubren la glaseada luna.

Los salados atardeceres demuestran la serenidad del lago ahora que ciego he quedado.

Siento tu calor abrazando mis miradas. A cada respiro, tus cantos me arrullan y me arropan con la suave aurora.

Los latidos se alejan y la arena se esparce. No es polvo, sino nieve. Todo esta nevado, todo es blanco, y es negro. Todo es triste y es perenne.

Veo las hojas danzar al ritmo de las estrellas, al ritmo del viento, al ritmo de la nieve. Es un piano triste el que me lleva, es una cálida sábana de blanquísima nieve.

Placer en el sueño, no hay llanto, no hay vida.

El cielo es infinito y es rosado, no hay un sólo ambiguo vivo. No hay luces, no hay remedios.

Estoy contigo y eso me calma, me hace relajar, me serena, me apacigua.

Es sólo nieve, es sólo blanca, no hay impureza, no hay pecado.

Está frío aquí afuera. Estoy totalmente solo. Lloro en silencio mirando la luna. Nunca supe apreciar esa vida y esa juventud que tenía.

Es un poema, en mi bolsillo, estoy temblando, no hay futuro.

Tiene tu aroma, tu completa esencia, me acompaña y me abandona.

No entiendo porqué no puedo ser feliz. No entiendo el porqué de ser yo quien sufre. No entiendo porqué el destino juega conmigo. No entiendo cuál es el motivo si ya te has ido.

Pronto será navidad. Todos ríen y festejan, se abrazan y se dan regalos. No puedo dar la cara sabiendo que todo esto es mi culpa.

Aún con toda la compañía, con mi familia, con mis amigos, me siento solo, completamente solo.

Mis lágrimas se han cristalizado en mis mejillas.

No puedo seguir viviendo tan vacío, tan olvidado.

¿Por qué? ¡Por qué soy yo el que tiene que pasar por esto! ¿Por qué tengo yo que seguir adelante? ¡Por qué nadie ve que necesito ayuda!

Necesito ayuda…

Te necesito a ti…

Necesito tu calor…

Necesito que me hables…

Necesito tus ojos…

¡¿Qué hice yo?!

Sé que la furia no es el camino. Pero la noche se ilumina a cada paso que mi furia avanza.

Y es que no está solo, el ambiente, aquí afuera, sino que yo estoy solo… Siempre…

Sé que no puedo hacer nada para mejorarlo. Toda la responsabilidad recae sobre mí. Quiero ayudar pero no dejo de tropezar. Error tras error, y no encajo en éste lugar ni en ninguno. Nadie nunca va a poder saber lo que pasa por mi mente. Nunca encontraré alguien igual. Nunca encontraré a nadie que te sustituya…

Yo sé que todo puede terminar así de fácil. Solo tengo que tener el valor.

La nieve enfría mis rodillas. Lloro con furia, con odio, con tristeza, con impotencia, con desesperación.

La hora de mi muerte se puede marcar con éste instrumento. ¿De que me sirve vivir si no te tengo?

Sólo tienes que apretar un poco más fuerte.

Un poco más.

Un poco más.

¿Es verdad que no tengo la fuerza para hacerlo?

Maldita nieve. ¿Por qué es tan blanca?

¿Qué me retiene? ¿Qué me sostiene vivo si en la muerte está la verdadera vida?

El limpio hielo se apodera lentamente de la vida. Es tu fiel cuna la nieve, y tu fuerte refugio la bóveda celeste.

Todo es perfecto. Sin error.

Una cobija de nubes, lentamente entristece el cielo. Las caídas lágrimas permanecerán.

Es el bosque, tan amablemente retorcido, el escondite de la tristeza. Es la tristeza, tan finamente expresada, la tirana en éste bosque.

Es éste todo un solo reojo. Es ésta vida una sola ilusión.

X. Carta Negra

Llevo una vida caminando en éste infinito océano de arena negra, lleno de tristeza y desolación, me siento vacío ahora que ya no estás y mi alma me dice que tengo que llorar. Empiezo a sentir cómo lentamente toda esa oscuridad me traga y tengo que nadar entre todas las veces que prometí y no cumplí, ahora veo mis ojos mientras lloro y veo las cicatrices que has dejado en mí, todo lo que siempre quise ser se ha deshecho, todo lo que dije, lo que hice, lo que viví. No lo negaré, me equivoque mucho y estuve muy mal a veces, pero ahora que todo pasó, daría todo por volver y tener esos momentos otra vez entre mis manos, toda esa desesperación ahora no me importa, no me importan las heridas, ni la muerte, ni el miedo. Daría todo por que mi corazón esté donde debe estar, junto al tuyo, yo sé que me han dicho muchas veces que esto no es real, pero ¿Cómo puede ser, la mejor persona del mundo, imaginaria?


Me detengo ante el abismo que ante mí se hace presente y me doy cuenta que en mi propio ser, la luz nunca estuvo bien. Las guitarras seguirán sonando con ese ritmo de las felices canciones que juntos cantamos, y mi mente jamás dejará de recordar los momentos que reí y que lloré, las imágenes sangrientas no las olvidaré, pero serán opacadas con la luz de mis deseos oscuros.


Cierro los ojos y me dejo caer al asesino color blanco del abismo. Veo cómo la arena negra, que durante tanto tiempo me mantuvo vivo, se aleja rápidamente. Mi piel se excita en la caída y mi vida se acelera al oír el sonido de la soledad. Una lágrima saldrá de mí cada vez que te recuerde muriendo.


Después de varias horas de alucinar en el abismo de la luz, me doy cuenta de que ya no estoy cayendo, de que ahora estoy inmóvil, y abajo de mis pies esta el agua que tus ojos derramaron por mí. Un mar eterno está ante mis pies y yo sólo quisiera verte a ti. Camino un poco dándole vueltas a todos los recuerdos que jamás tendré. Camino un poco por aquí y otro poco por allá. La verdad es que mis cerrados ojos sólo ven las secas hojas del atardecer invernal en el que te encuentro. En ese blanco paraíso en el que tu amor es el agua.


Lentamente mis parpados se separan para encontrar que la vida que lloraste esta fría y yo me hundo en ella, una pregunta me acecha mientras veo las ventanas de la felicidad que nunca alcanzaré. ¿Por qué desperdicié el cielo cuando lo tenía en mis manos?


Mi sonrisa está triste y mis lágrimas disfrutan el panorama vacío y lleno. Mis cálculos no cuadran en éste paraíso divagante. El olor del sonido de las alas de una mariposa se acerca y me siento tranquilo al saber que tú no sufrirás más. Todo lo que he sentido siempre es miserable en comparación con lo que el futuro depara para tu sentir, mi bella princesa de los vientos.


Mientras sigo hundiéndome hasta el fondo me doy cuenta de que empieza a amanecer en tu corazón, la luz traicionera de la amistad me recuerda las ancestrales palabras de la oscuridad. Mi ser se queda rodeado de todo lo que nunca pasé y lo que todos los días hacia, las profecías en las que siempre creí jamás se hicieron realidad.


Todo es una ilusión, cuentan los violines de la amargura en el triste sentir de la playa. Una vez más me veo entre la niebla... Mis palabras significan mucho... nadie podría ponerles valor...


Mi impresión es grande y sé, ahora, que las letras del mundo jamás describirán lo que sucedió. Y lo que sucedió yo jamás sabré si sucedió. ¿Cómo puedo dudar que lo que siempre viví es verdadero? ahora es ridículo, yo me mentí. Todo es verdad, todo era verdad y seguirá siendo verdad... ¿seguirá siendo verdad?


Cierro los ojos mientras mi propia descendencia me encierra en mi destino. Ya no puedo salir, el único camino es la sangre otra vez. No puedo regresar, no debo mirar atrás ahora que todo ha pasado. ¿Qué debo hacer ahora que ya llegué hasta aquí?


Las vacías decisiones me adormecen y el plomo en mi ser me cuenta una historia. Las memorias tararean una canción. La vida oscurece el silencio y la oscuridad me arrulla mientras yo sigo en mi infinito trance.


No sé por qué no puedo aceptar que todo ya acabó. No quiero volver, sé que no debo. Algo me obliga a aferrarme al deseo de que todavía se pueda hacer algo. No entiendo qué ha pasado. Ya no puedo aguantarlo más.


Todo terminó en confusión mientras yo sólo deseaba tenerte y en realidad te dejaba ir. He muerto y he nacido, pero nunca he descubierto qué hago en este humano mundo.


Las múltiples confusiones en mis sentimientos me recuerdan el mundo lleno de esperanza en el que jamás viví. Mientras sus habitantes me rodean con miedo yo sólo los ataco con más miedo y no me doy cuenta de que sus intenciones no son malas, todas las sombras mueren de hambre mientras nosotros sólo vemos que ellos se defienden.


Sin más ánimo, entro en el mundo de las sombras lleno de heridas de tipo espiritual y de tipo físico, encuentro que nada fue lo que ahora parece, y nada es lo que siempre pareció. La vida junto con la muerte, de la mano, todos luchan por un ideal común que se representa con la palabra sobrevivir.


En la luz de mi ceguera recuerdo como eran los días en los que yo sólo aprendía sin preocupaciones todo lo que me decían que aprendiera. Nada más que practicar y practicar, nada sino escuchar y repetir. Tan vacía como la lapida que me improvisaron está mi esencia en los momentos que recuerdo cuando era feliz en ese mundo lleno de cosas nuevas y fantasías. No perdí mi futuro, pero no aproveché mi presente.


Sólo hay dos cosas que quiero cuando veo que ahora estoy en una silla amarrado por las serpientes que son mis traiciones: Una es liberarme de alguna forma y la otra es estar contigo porque, aunque nos criamos en un mundo de corazones de luz, nunca encajamos en esas tonterías de los sueños.


Tú ahora sabes mi destino, al igual que yo lo sabré cuando lo reescriba, yo ahora conozco tu destino, pero lo cambiaré. Te seguiré con mucho miedo pero no dejaré jamás que las cosas simples me afecten. Ahora ya no me puedes ayudar, ahora que ya no quiero disculparme ya te siento lejos de mí.


Que no te sorprenda, yo siempre supe que esto no terminaría bien, a pesar de lo imposible que al principio parecía estar en otra vida muy distinta, era posible. Lo que me pedías no lo es, sabes que es muy tarde y yo lo sé también.


Dije que lo haría, que te lo prometía, que lo cumpliría, pero nunca quise construir castillos en el aire. Siempre sabré que a ésta vida se la lleva el viento y no me hace mucho sentido el intentar algo que sé que no es posible. Sé que lo hice antes, pero nunca terminó bien.

Si lo que ahora sé es verdad, todo se puede arreglar, si de lo que pienso que soy capaz es posible, lo intentaré y probablemente logre más que un “lo siento”.


Nunca dejaré de luchar. Nunca me rendiré, dicen los árboles que me rodean en este solitario bosque. Tratan de convencerme de que no soy quien sé que soy. No dejaré que gasten mi tiempo. Todo lo que hice, hago y haré se detiene para alabar tu sola presencia.

Seré alguien más ahora que puedo esconderme. Ya no seré la insignificancia controlada por los que querían poder. Ahora nada es lo que parece. Todo ha cambiado.


Y sé que también yo he cambiado, pero nunca quise ser malo. Tal vez sea culpa de mi doble personalidad, pero ahora que en tus azules ojos, el cielo encontré, el infierno abunda cuando no estoy junto a ti.


Nadie podrá ayudarme. Solo ante mi mismo, sentiré que me asesino para lograr lo que nunca funcionó. En la complejidad de un mundo de refugiados buscaré la manera de entrar a lo monótonamente antiguo. El futuro dirá que en el desierto de arena negra yo no estaré por siempre. Al abismo no entraré y en lo humano no me encontrarán. Siempre estaré contigo. Y sé que siempre estarás conmigo.


Rápidamente mis ojos se abren y me ahogo en un eterno paisaje de sangre, los árboles sobreviven alimentados por la esperanza de que algún día regresaré. Entre todos los cadáveres hurgo para encontrar la negra roca del olvido. Un ángel me lo indicó y no lo ignoraré. Ahora entre toda esta desesperación y llanto siento como la vida es estrangulada por el fuego de los fieles seguidores de la mentira. Las victimas de mi inconciencia seguirán viviendo para tallar mis heridas mientras muero junto con sus desesperadas almas, envueltas en rezos de aliento.


Ahora, que únicamente estoy seguro dentro de mí, el invierno llega con la blanca nieve que tapará los cadáveres. Saboreo el olor de la inconsistencia de mi locura. Todo termina en un valle de blancura que esconde la verdad. La luz que a todos nos ilumina sólo sirve para que no veamos que en la oscuridad está todo lo que hemos hecho, lo que hemos creado: el mundo monstruoso que desde nuestras mentes se ha erguido. El mundo que con nuestras acciones ha aprendido, con nuestras atrocidades se ha perfeccionado. Y lo único que les quedará a nuestros hijos para enseñarle a este monstruo será el deseo de seguir asesinando hasta quedar muerto por tanta venganza.



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6 Comentarios/Memorias:

Necro dijo...

qué decir... otro discurso de "todos podemos ayudarte a seguir adelante"?...ya ni siquiera estoy seguro de eso... no se... no se si quiero hacer algo por ti... o mas bien, no se si hacer algo por tí te ayude, te quite algo de esto, o si quitartelo seria todo lo contrario a ayudarte... qué hacer... seré honesto, ni una sola vez en las que has dicho "no tengo nada" te he creido... jamás... pero tambien, sndo honesto, jamás me he atrevido a desmentirte por que estoy casi seguro que eres una de las casi inexistentes personas a las que ninguna de mis palabras pueda ayudar por completo...respecto a los problemas y cosas que traen escritos como este...no cosas sencillas y terrenales como las que tu y yo nos dedicamos a intentar solucionar casi diario... la frase "no estás solo" sería la única realidad que podría decirte... pero leo, veo, siento... y no se si la compañía de algo tan simple como la amistad, ya sea la mía o de kualkier otro k consideres un amigo real puda contra algo tan monstruoso como es el amor... por supuesto que no... pero la pregunta sigue: qué hacer... al mismo tiempo que la exigencia: no puedo dejar de buscar qué hacer... no sé en qué escala te conosco ahora, de uno al doscientos mil millones de escaleras que sé que tienes... no dudo de esto, porque eres la primera persona que yo no comprendo al 100% y que al mismo tiempo puede llegar a entenderme... yo tambien perdí a alguién así... pero las historias son diferentes, el tiempo es diferente, los mundos son diferentes... el sentimiento quiza en años pudo llegar a ser el mismo... quiza esté destinado a k kon el tiempo termine igual k tú... uno nunca sabe... pero incluso con esos hechos, con el "sé lo que estás pasando" no puedo compararlo... no puedo porque veo tantas cosas detras, cosas que en mi askerosa y corta vida no he visto... y mi curiosidad me come, mi deseo de que esto no sea todo lo que existe en este miserable mundo, algo más ayá, más que el burdo suelo duro con el que nos estrellamos todo el tiempo, más que el despreciable cielo azúl que ya estoy enfermo de ver todos los días, todo tan simple... siempre he buscado más de todo... más felicidad, mástristeza, más dolor, más placer, más cielos, más suelos, más de todo... escalas irrealizables de fascinación y repulsión, que solo he imaginado... y los llego a leer en cosas como esta... siempre me he preguntado "quién es vacha en realidad?" "por qué finge tanto?" "por qué sé que jamás diré lo suficiente como para ver la realidad"... y qué puedo hacer...leer, escuchar, no preguntar, no indagar solo para esperar que por casualidad las respuestas choquen contra mí... esta es una, la más grande...y la verdad no puedo evitarme desear k pudieras estar con esta persona, que regresara, que no tuvieras que pasar por esto...y almismo tiempo mi imaginación y mi deducción vuelan en niveles insospechables pensando solo en la pregunta "cómo alguién puede tener tánto en su interior viviendo en un mundo tan símple y vacío como este?" la respuesta me atrevo decir "es que no se pbtiene en este mundo, hay algo más..." y estoy seguro de qe cuando el momento llegue sabré que mis ideas son correctas... pero eso solo pasará si terminas ese maldito libro...pero solo si no te mueres, o muero yo antes de eso... que no kiero k sea así, quiero saber más, quiero más de este asco de mundo y siendo tú la persona que al mismo tiempo más se parece a mi en el mundo y k almismo tiempo tiene es mucho más complejo de lo k yo krei ser, no puedo permitir k mueras tan pronto sabes?, tienes mas k dar, incluso kuando siento k ya diste casi todo lo k un humano podría...quiero pensar qué el plan del destino no es dejarte así, quiero pensar que hay una esperanza fuera de estas remnicencias de Noviembre... en parte por eso mi empeño en negar el suicidio, aparte de ese aprecio que llaman amistad... que es tanto como a ese Vacha k dice "mientes" como al Vacha que escribe, y al Vacha que viven en las letras que plasma, el de verdad, los tres, los que aún no conosco, no lo se... aquello que nunca dejara a mi fascinación por indagar las mentes humanas sin trabajo...tanto descifro de estos escritos, tanto lamento, tanto me fascino, tanto me da ese sentimiento de "hey hermano, comparto tu dolor", tanto de "vamos, dime más", tanto de "no digas, más, ya no sufras, no se qué hacer"... tan extraño, el amigo más interesante que tengo sin duda alguna... y aún con el hecho de k ahorá se que esto es lo qué eres, la maldita pregunta persiste: qué hacer?...creo que tu tienes la respuesta sea cual sea... mientras tanto yo solo sigo esperando más verdad, y ofreciendo mi humilde escucha, mi humilde palabra, y mi humilde frase de "te ayudare en lo que pueda" hasta k el destino diga... al final lo unico k digo es: sigue escrbiendo, y ánimo, esto te hace ser quién eres, sigue siendolo, almenos yo no lo excluire, resulte lo k resulte y si aún queda futuro, siempre puede ser mejor si el destino lo quiere...mucha suerte, te deseo que el dolor no dure por simpre y espero que este puercamente largo comentario te baste para decir "hey, en verdad alguién leyo todo completo y le interesó"...en fin... buenas noches...

RottenMilk dijo...

Fantastico, excelente (o como se escriba)
Es inspiador, triste, real.
Me gusto mucho lo que hiciste con esto, es largo, si, pero vale la pena leerlo.
Aqui te dejo mi comentario.
Esta corto, pero te dije que iva a poner uno, no es cierto?
Muy bien Vacha, esta perfecto.


Y no lo olviden:
Ke ViVa El MeTaL!¡!¡!

nim dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
sirnnenn dijo...

He muerto.

Anónimo dijo...

hola...
vaya tu texto me
hiszo llorar ii sentirme
mui mui triste..
me encanto <3 como dijiste
es doloroso pero a la vez
esta llenoo de amor

te felicito mucho peqeño
espero qe no vuelvas a pasar
x un dolor asii..
ii nadie, nadie se lo merece
quidate.. bye

Anónimo dijo...

De nuevo aquí... Sin mucho que decir, esto no es un escrito, no es una historia, es TU historia...
Siempre que leo esto, en mi cara no hay expresión es como si la tristeza que transmites se convirtiera en un vacío que succiona emoción alguna.
Amor y Dolor.

Lágrimas...

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