Información Ocasional

¡Nuevo botón! (¡Actualícense!)
Reportar en caso de encontrar mensaje(s) ocultos.
Blog en proceso de recuperación
¿Faltas de ortografía? ¿Errores de estilo? Repórtalo en un comentario. Ayúdame a mejorar...

Mi botón

Memoriasencadenadas

30 de diciembre de 2008

El Dolor De Regresar

De un bonito viajecillo que hicimos alguna vez...

El Dolor De Regresar

“Por primera vez, la mejor parte del viaje no fue regresar”

En reminiscencias puedo tratar de rescatar este texto cuya complejidad y fuerte acentuación sistemática se perdieron en la infinita oscuridad del olvido. Fueron fríos acordes de un piano solitario que hacía fuerte eco a través de mis sentidos los que me trajeron a la mente las palabras necesarias para conformar este alucinantemente clásico texto:

Y así, sombríamente sin cautela y con un porvenir algo incontrolado, decidimos aventurarnos hacia un nuevo punto de opinión, en el cual sabíamos encontraríamos apoyo o prohibición.

Contra efluvios acuáticos nos enfrentamos fugazmente casi sin notar que estaban allí, y mientras el deleite auditivo nos transportaba al hogar, sabíamos que llegábamos a un lugar lejano.

Aquí es donde las palabras se encuentran entre la solidez del argumento sucedido y la abstracción del sentimiento experimentado.

Entonces noté, que indudablemente había caído en el despertar. ¡Había alguien allí junto a mí! No me sentí solo, por primera vez en mi nueva vida (después del establecimiento de mi morada permanente en este rinconcito del destino) supe que había personas a mi lado. Personas que podían potencialmente comprender un poco de mi filosofía. ¡Redención!

Denegada…

Por mí mismo niego mis posibilidades de salir. No quiero que se me entienda sin que alguien luche por hacerlo. Lo siento mucho, pero si alguien quiere realmente conocerme, tendrá que tratar de la misma manera, realmente, y yo seré quien le dé las herramientas.

Me lo negué a mi mismo en un principio, a la primera señal de posición aparentemente conveniente. Todo se veía bien y había una constante sonrisa en mi rostro, pero incluso así yo me preguntaba que era lo que andaba mal. Ese mal presentimiento.

Y como cuando dos corchetes encierran a una palabra sin sentido y lenta pero violentamente comienzan a aprisionarla y a presionarla hasta que sus letras ceden y cae destrozada ante el malévolo par de símbolos, así asesinó la noche al día. Y sin dudar sobre nuestras decisiones, fuimos a parar en medio del desconcierto.

Rendidos, acudimos al alcohol. Y vaya que fue copioso, aunque ¿Cuándo es suficiente?

Sin darme prisa, caí en la cuenta de que aquel lugar de estrellas y coloridos fuegos, de personas alejadas y nuevas a mi perspectiva, era un lugar de paz y sonrisas cautivantes, un lugar que me sugería que aunque no hubiese más por lo cual luchar, estaríamos bien.

Y bien estuvimos. Aunque atacado fui por las pesadillas y la profunda nostalgia, a la primera luz, la sonrisa encarnó otra vez y reclamó su lugar.

Me ahogué en sentimientos y en desintoxicaciones abruptas. Y con el trabajo que hace un ave para emprender el vuelo, decidimos que era hora de retornar al hogar. Y fue entonces cuando miré a mí alrededor y me pregunte si había realmente disfrutado la estancia en aquel paraje.

Emprendimos el largo camino, y nos detuvimos para llenar nuestras hambrientas barrigas con algunos manjares baratos. Y allí entonces, miré el cielo y me di cuenta de algo:

Estaba justo donde quería estar.
Estaba justo con quien quería estar.

Había encontrado un lugar a donde mis problemas habían ido, y ese lugar era mi hogar. Allí estaba solo yo recordándolos, pero no poseyéndolos. Me gustó como me vi. Me gustó mi sonrisa y mi percepción de la realidad circundante.

Aún no se por que no hice nada…
Pero heme aquí otra vez…

Y desde el lugar lleno de problemas y oscuros olvidos y sentimientos, lleno de insomnio y alucinaciones, es desde donde les escribo. Porque allí, con mi cuerpo estacionado ante el arco iris invisible, mi mano sosteniendo mi impaciencia y mis ojos centrados en la oscuridad del camino, me llegó el oscuro pensamiento:

No quería regresar.

Dedicado a Svaejat...
Morelia fue estupendo, gracias...

2 Comentarios/Memorias:

Soiral dijo...

Un escrito muy diferente a muchos de los tuyos... me gusto...

Anónimo dijo...

Gracias a ti... Verdad.